La vicepresidenta adujo un estado gripal para justificar su ausencia ayer en Tucumán. Hoy se la vio junto al presidente, en la Catedral Metropolitana y en el palco central de Av. del Libertador.
Luego de que ayer estuviera ausente, por un supuesto cuadro gripal, durante la firma del Pacto de Mayo en la provincia de Tucumán, se la vio con buen semblante, junto a todo el gabinete nacional, compartiendo las actividades por el 9 de Julio.
En el transcurso del desfile, un grupo de excombatientes veteranos de Malvinas se desvió del camino para acercarle algunos regalos al presidente y a la vicepresidenta que se encontraban en el palco central, ubicado en Av. del Libertador y Austria.
Les entregaron banderas, que fueron desplegadas sobre la baranda del palco, gorros alusivos y una carta que, particularmente, emocionó hasta las lágrimas a Villarruel.
La emoción de la vicepresidenta se relaciona con su padre, Eduardo Marcelo Villarruel, quien según sus propias palabras fue “un héroe de Malvinas” y que se desempeñó como segundo jefe de la Compañía de Comandos 602, detrás de Aldo Rico.