El Gobierno rompió el mandamiento libertario de la no intervención y los mercados celebran la mano invisible de Toto Caputo , pero avizoran tormentas. Con una maniobra que implica la venta de dólares para bajar la brecha cambiaria, el ministro busca acortar la diferencia entre la cotización oficial y las paralelas que atentan contra la inflación y el levantamiento del cepo .
La estrategia gubernamental consiste en que cada vez que el Central termine con saldo comprador, la autoridad monetaria irá a la plaza del Contado Con Liquidación (CCL) a vender esos dólares, con la intención de absorber los pesos ya impresos para la primera operación. Esto implica que resigne una parte de las reservas (las resultantes de la diferencia de cotizaciones entre el MULC y la operatoria paralela).
Qué espera Toto Caputo si todo "sale bien"
Dentro de la lógica que encarna Milei de que la inflación es un fenómeno estrictamente monetario, el fin de la medida intervencionista es achicar aún más los pesos en circulación y, en consecuencia, "exterminar" el aumento generalizado de precios.
El objetivo oculto es también contribuir a cerrar la diferencia entre los tipos de cambio oficial y paralelos, que contribuyen a la especulación devaluatoria y desalientan la liquidación de divisas del agro. Así busca alcanzar la salida de la ingeniería financiera que contiene al tipo de cambio oficial, pero es considerada un arma de doble filo: cuantos menos dólares, más lejos queda la zanahoria de la libertad de los mercados.
Fuentes de Economía aseguraron a Letra P que la absorción de pesos será de 2,5 billones. A una cotización aproximada del CCL de $1.270, el Central debería desprenderse de cerca de u$s2.000 millones para cumplir.
El problema es que de junio a diciembre la autoridad monetaria comienza, por estacionalidad, a ser más vendedora que compradora. En los despachos oficiales aseguran que la nueva medida no afecta las proyecciones hasta fin de año y calculan que, siempre que no haya una externalidad, hasta octubre se perderían u$s3.000 millones y hasta diciembre se ganarían unos u$s1.000 millones.
Mercado, entre el optimismo y el pesimismo
La foto del cierre de las pizarras financieras de este lunes fue ambivalente : por un lado, los dólares paralelos tuvieron bajas de hasta 8,5% y se acomodaron en la zona de los $1.300. Por el otro, los bonos en moneda extranjera se desplomaron hasta 3% y el riesgo país trepó hasta los 1.553 puntos básicos.
Un operador de una de las sociedades de Bolsa más importantes en la actualidad, opinó: "Hacer bajar los dólares, sacrificando reservas y profundizando la recesión, no va a funcionar" y advirtió que en el mediano plazo el nerviosismo en los inversores va a continuar porque "con un ancla fiscal creíble (que la tienen) deberían aflojar el cepo no endurecerlo".
El economista de la consultora ACM , Francisco Ritorto , apuntó a que "las operaciones del BCRA bajaron mucho en comparación con meses anteriores e históricamente en la segunda mitad del año el BCRA es vendedor neto de divisas. Por ende, es esperable que la emisión para compras de divisas no sea necesariamente elevada, lo que reduce la intervención a través de esta última medida".
Santiago López Alfaro , socio de Delphos Investment , advirtió que el anuncio "contribuyó a que se desinflen los tipos de cambio que estaban un poco exagerados".
"Vamos a volver a una brecha del 30% aproximado", proyectó y evaluó: "La caída de los bonos se debe a la dolarización de las carteras en las últimas semanas, lo que ha afectado la paridad y el valor de los bonos. No creo que la suba del riesgo del país tenga que ver con la sostenibilidad de la deuda".
Programa monetario y desinflación
En el quinto piso del edificio de Yrigoyen y Balcarce aseguran que la profundización del programa monetario va a contribuir al proceso de desinflación y consideran que la reducción del impuesto inflacionario va a contribuir a reducir la brecha, lo que a su vez facilitará la eliminación de las restricciones cambiarias de una manera ordenada.
Letra P consultó si efectivamente este lunes comenzó la intervención en la brecha cambiaria, pero no hubo respuesta de la cartera económica. Los datos sobre la maniobra estarán disponibles en el balance del BCRA que se publica con dos días de retraso.
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La medida se toma en momentos en que la brecha cambiaria se había disparado por encima del 50%, luego del éxito de haberla acortado al 15% en los primeros meses de la gestión libertaria.
Los tipos de cambio suben y los bonos y acciones bajan desde mediados de mayo, cuando el Directorio del BCRA decidió el último recorte de la tasa de interés, que quedó en 40% nominal anual y negativa contra la inflación.
La divisa oficial, en tanto, no dejó de ir en camino hacia un atraso cambiario, con pérdidas de competitividad que alcanzaron el 83%. Este panorama dificulta la salida del cepo cambiario de forma ordenada.
¿Y el FMI?
Según indicaron en la Casa Rosada, la única orden de Milei respecto a la liberación de las restricciones cambiarias es que sea sin mayores sobresaltos. Achicar la brecha con la resignación de reservas apunta a una unificación de los tipos de cambio aceleradas.
"Es a costa de perder dólares para la inversión, para las importaciones o los bienes de capital. A mayor recesión", advirtió un operador cambiario que prefirió el off the record.
Aún se esperan definiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que, ante un cambio en la calibración del plan económico , suele salir con un comunicado o tuit para apoyar al Gobierno en sus anuncios. Al término de esta nota, todavía no se había pronunciado.